La familia comía tranquilamente. De pronto, la hija de 10 añitos comenta tristemente: "¡Tengo una mala noticia...! ¡ya no soy virgen!" y rompe a llorar notablemente alterada... con sus manos en la cara y cierto halo de vergüenza.
Un silencio sepulcral, hasta que entre los padres comienzan las recriminaciones mutuas... El padre arranca:
¡"Tú, hija de puta! (señalando a su esposa). ¡Esto es por ser como eres! por andar de coqueta como puta barata... con cualquier imbécil que llega a casa. Claro, ese es el ejemplo que la niña tiene que ver todo el día. O de ti (señalando a la hija mayor de 25) como andas manoséandote en el sofá y toqueteando al pendejo ese de arito y pelo largo, que hasta maricón debe ser. ¡Todo delante de la niña!"
La madre no aguanta más y recrimina a todo grito:
"AAaaaaaaHHHHHH, sí? ¡Y quién es el imbécil que se gasta medio sueldo en putas! y se despide de ellas en la puerta de la casa. ¡O es que tú piensas que la niña y yo somos ciegas, desgraciado! Además, qué ejemplo pude tener si desde que te compraste la televisión esa por cable, te la pasas viendo películas porno todo el fin de semana!"
Desconsolada y al borde de un colapso, la madre con los ojos notablemente llorosos y con la boca temblorosa toma tiernamente las manos de su hija y en voz baja pregunta:
"¿Pero cómo fue? ¿Te lo hicieron vaginal? anal? ¿te forzaron?"
Y entre sollozos la niña le contesta:
"¡No mami, lo que pasa es que la profesora me sacó del pesebre!"